Monday, August 30, 2010

Soy la que soy

La mujer del espejo, la de atrás y la que mira,
es la misma. No hay engaños.

Es quien mira mi reflejo quien se tapa un ojo
y ve sólo lo que quiere ver.
La seria, la alegre, la pervertida, la santa,
la dulce, la sangrona, la enojona,
la inteligente, la tonta;
pero soy la misma.

¿Por qué no me permiten simplemente ser?
Cuando estoy aquí no soy de allá,
cuando estoy allá soy de aquí,
Cuando voy es porque vengo
Y cuando he llegado es porque me tengo que ir.

Soy la que soy y la que no debo ser.
Soy la mujer frente al espejo,
la que tú no quieres ver.


Winter. 30/08/2010







Foto de: Carlos Gomis. Todos los derechos reservados.













Friday, August 27, 2010

Equilibrio





Soy una malabarista de emociones.
Arriba, abajo, triste y feliz.
Mi mundo sigue girando,
tic, tac... avanza el reloj.
Se secaron las lágrimas,
mi corazón perdió el color.
Se ha callado el ruido interior
y ahora escucho con claridad mis pensamientos,
mis sentimientos se distinguen
entre los pastos verdes
que no se riegan más con amargura.
Es verdad, no hay nadie mas.
Vivo mi vida conmigo misma
caminando por la cuerda floja
meintras manipulo la maraña de emociones
que se han hecho nudos apretados.
Pero tú no estás.
No quieras seguir siendo el contrapeso
que me da equilibrio,
como una lápida pesada sobre mi pecho;
el escudo que impide que los demás me dañen,

el escudo que enganchado a mi piel la hacia girones.
Tú no estás.
Vivamos con la cordialidad del ¡Buenos Días!
he descubierto que el amor sí se puede acabar.
La puerta sigue cerrada, deja de tocar.
Winter.
Foto de JUrrea.


Friday, August 20, 2010

El vestido con tu aroma

He decidido colgar el vestido rosa.
No más ilusiones, no más historias de cupido.
Hoy me lo quito y lo guardo en lo más profundo del clóset.
¿Cómo he de usarlo si está bordado de las palabras no dichas
que te grita mi pensamiento?
Estrellas, mariposas, nubes de algodón.
Sin que tus ojos aprecien este fino trabajo
se vuelve la cursilería más tonta que se ha inventado.
La tela está teñida de rubores.
Es un poco pálido porque cada vez que mis ojos te miran
mi mente intenta detener esa reacción a tu vista.
Hoy me quito el vestido y lo guardo,
antes de que las circunstancias me obligen a
usar el luto.



Pobre corazón mío, se niega a aceptar su destino.

W.

Monday, August 02, 2010

Algunas veces tengo miedo de pisar sobre los vidrios rotos de mi propio corazón...