Saturday, April 24, 2010

Tú...

Sigues queriendo abrir una puerta que ya no existe.
Permaneció abierta para tí mucho tiempo, mucho.
Después la cerré, pero sin llave.
Cuando se la puse viniste y la robaste
y de vez en ves la utilizabas, intermitente, ajeno.
Cambié la chapa, la cerré.
Llegabas tocando, exigiendo entrar,
reclamando tus derechos
(que ni tú no yo sabemos cuáles son).
Así que decidí quitar la puerta.
ahora hay un muro con un ventanita.
Si antes de querer entrar
te hubieras asomado por ella,
habrías visto que por fin todo está en orden, todo.
La puerta se ha esfumado.


Winter 24/04/10

Wednesday, April 07, 2010

Si pido espacio, es porque lo necesito.
Soledad es mi mejor compañera:
ella sabe escucharme,
nunca me juzga ni se ríe de mis lágrimas;
me tranquiliza.
Sólo ella comprende que soy una mujer
con lluvia en los ojos
tapados con persianas de acero
para que no veas el interior,
para que no descubras un corazón
frágil, dulce, filantrópico casi por costumbre,
bonachón y demasiado sensible como para no
estrujarse con esos pequeños desplantes
que pueden parecer poca cosa.

Si ya te abrí las puertas de mi casa
entra cada vez que quieras
pero camina con cuidado,
no vayas a quebrar la confianza.

Y si te pido espacio dámelo.
Porque si me veo forzada a hablar
o a actuar,
puedo soltar mi veneno
que es muy dificil (casi imposible)
recolectar después.

Soy como una abejita.

Sí... también soy todo esto.


Todo es más sencillo si me das mi espacio, si logras comprender que Soledad es mi origen, mi camino. Mi mejor soldado en las batallas.

And I mean it.